En un pueblo donde las paredes murmuran secretos y las gallinas parecen ser heraldos de destinos trágicos, una familia se reúne en torno al lecho de muerte de Matilde, la matriarca cuyo pasado está teñido de amores, traiciones y magia. Entre plegarias, resentimientos y rumores de brujería, sus hijos deben enfrentarse al inminente desenlace de su madre y a las verdades ocultas que amenazan con desgarrar lo poco que queda de unión familiar.
La historia transita con maestría entre generaciones marcadas por pérdidas, promesas rotas y un humor negro que se mezcla con lo sobrenatural, junto a recuerdos de Matilde, sus visiones chamánicas y un misterioso testamento se entrelazan con la vida de sus descendientes, cada uno arrastrando culpas, sueños frustrados y una desesperada necesidad de redención.
Con un ritmo envolvente, diálogos mordaces y escenas cargadas de simbolismo, esta obra construye un mosaico de personajes tan entrañables como detestables. Entre lágrimas, carcajadas y un constante juego entre lo real y lo fantástico, el lector se adentra en una saga familiar que revela que, a veces, los peores fantasmas son aquellos que uno mismo ha criado.
Una narración que atrapa y no suelta hasta la última página.