Sebastián regresa a Ocumare tras dos décadas de ausencia, impulsado por un anhelo que emergía desde su alma hacía mucho tiempo: el deseo de enfrentarse a su pasado. Los caminos que antes recorrió con la despreocupación de la juventud ahora lo llevan a un territorio donde el tiempo ha dejado cicatrices imborrables. Aquello que alguna vez fue su refugio se ha transformado, y las calles del pueblo revive recuerdos que creyó olvidar. Empero, hay algo que sigue intacto: la sombra de Rosa, el amor que dejó atrás.
Lo que comienza como un simple reencuentro con sus raíces no tarda en convertirse en una confrontación con la vida abandonada. Un viejo perro lo reconoce antes que su antigua dueña; una casa renovada se erige sobre los cimientos de los recuerdos, y en cada rincón resuena la pregunta que nunca se atrevió a formular en voz alta:
¿Realmente valió la pena partir?
El pasado es más que un espectro romántico, es un testigo de las promesas rotas, de las cartas que no llegaron y de los silencios que hablaron más que las palabras. En la mirada de Rosa, Sebastián descubre la respuesta que temía. Lo que él dejó en pausa, la vida se encargó de seguir escribiéndolo en su ausencia.
Con una prosa cargada de mucha sensibilidad y llena de personajes inolvidables, Luis Fermín Gutiérrez nos llena de nostalgia y realidad, una historia que viaja al alma de un hombre que, en su intento por reencontrarse, descubre que tal vez nunca dejó de estar perdido.