En medio de una vida que se le escapa entre dudas, soledad y oraciones sin respuesta, Carlos emprende un viaje inesperado. No lleva maletas ni mapas. Solo preguntas. La aparición de un ángel marca el inicio de un recorrido íntimo, donde cada encuentro, cada espacio y cada palabra pronunciada parecen diseñados para devolverle el sentido perdido.
A lo largo de su travesía, conoce a personajes entrañables —un hombre que colecciona tornillos, un predicador sin templo, un carpintero silencioso, y hasta su propio niño interior— quienes, más que hablarle, lo invitan a mirarse. Cada conversación es una grieta en su coraza, una posibilidad de redención. El tornillo azul que recibe sin explicación, y que luego encaja en el momento justo, simboliza la pieza que faltaba: el servicio, el amor activo, la fe tangible.
Este libro propone un reencuentro con lo sagrado a través de lo cotidiano, una exploración del alma cuando se detiene a escuchar lo que antes ignoraba. En este libro, el cielo no se alcanza al final del camino, sino cuando el corazón por fin se abre a lo que siempre estuvo allí: el amor que transforma, la fe que sostiene, y la certeza de que Dios responde, aunque no siempre como lo esperamos.