En la actualidad, vivimos en un mundo donde la humanidad está tan distraída que no presta atención a lo que realmente importa. En primer lugar, debemos reconocer que Dios tiene un diseño para cada persona y que es fundamental inculcar valores, principios y una fe inquebrantable en los hogares. De esta manera, podemos evitar que los planes del enemigo destruyan la esencia de cada individuo.
Es crucial comprender que el dios de este mundo es nuestro enemigo, Satanás, quien no descansa en su afán de llevar a la humanidad a la autodestrucción, distorsionando el plan de Dios para nuestras vidas. Él actúa con estrategia y dedicación, por lo que es imprescindible que nos revistamos con la armadura de Dios, preparándonos contra sus artimañas y venciendo cada tentación que se nos presente. Sin embargo, debemos recordar que Dios jamás permitirá que seamos tentados más allá de lo que podemos soportar. El Señor es fiel y cumplirá sus promesas en nosotros, siempre y cuando le abramos nuestro corazón y le permitamos obrar.
Te animo a seguir adelante, a dejar atrás el pasado y todo aquello que te oprime. Libérate de la carga que no te deja avanzar y descubre que hay una vida más allá, una vida en la que nunca estarás solo/a, pues contarás con un Consolador que te acompañará en cada batalla y celebrará contigo cada victoria.